En Lagunarte entendemos que para que el mundo avance, es necesario acercar la economía del conocimiento a todos los rincones de la sociedad. Nosotros apoyamos cuatro vías para hacerlo posible.
En Lagunarte entendemos que para que el mundo avance, es necesario acercar la economía del conocimiento a todos los rincones de la sociedad. Nosotros apoyamos cuatro vías para hacerlo posible.
En el camino de acercar la financiación a cualquier parte del mundo, apoyamos la visión del Premio Nobel Muhammad Yunus con el lanzamiento de los microcréditos. Consiste en canalizar pequeños créditos de personas o empresas hacia proyectos en países en vías de desarrollo. Queremos que al final sean los propios estudiantes universitarios quienes presten dinero que les será devuelto íntegramente. Para ello colaboramos con Asociaciones como Kiva o Seeds con las que intentamos incluir a todos nuestros socios en el mundo de las microfinanzas. ¿Te animas? Pincha en el link aprende como hacerlo
Entendemos que en el terreno económico, no todo se resume en maximizar el retorno a los inversores, sino que también las empresas deben buscar tener un retorno social. Así, ya hay fondos que analizan las empresas en las que invierten para determinar si cumplen ambos objetivos: ser ideas de negocio sostenibles y que generen empleo de calidad, cuiden el medioambiente o apoyen la igualdad de género en las empresas.
Euskadi siempre se ha caracterizado por una apuesta total por la industria y las empresas. Buscamos que ninguna buena idea se quede sin asesoramiento o sin la posibilidad de salir adelante. Desde un centro de conocimiento como la Universidad de Deusto, queremos crear un departamento de consultoría social integrado por profesores y estudiantes para apoyar startups que busquen un impacto social en el entorno de Euskadi.
En línea con la inversión responsable, las empresas grandes y pequeñas deben jugar un papel esencial en la economía pero también en el bienestar de las personas. ¿Por qué no permitir que tus empleados dediquen algunos días a asesorar a ONGs, a recoger alimentos o a reconstruir viviendas? ¿Por qué no desarrollar proyectos de energías renovables, contratar a personas con difícil acceso a un empleo o mejorar la conciliación familiar?